Senadora Aravena valora respaldo de iglesias cristianas de La Araucanía al reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas: “Este gesto une fe, justicia y reconciliación”

Senadora Aravena valora respaldo de iglesias cristianas de La Araucanía al reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas: “Este gesto une fe, justicia y reconciliación”

La parlamentaria destacó que el apoyo transversal de las iglesias católicas y evangélicas marca un hito de esperanza en la búsqueda de paz y unidad en La Araucanía, resaltando que reconocer la diversidad no divide, sino que fortalece al país.


Fe y justicia: un mensaje de unidad desde las iglesias

La senadora por La Araucanía, Carmen Gloria Aravena, valoró profundamente el respaldo expresado por las iglesias cristianas de la región al proyecto de reforma constitucional que busca reconocer oficialmente a los pueblos indígenas en la Carta Fundamental de Chile.
El pronunciamiento, suscrito por obispos y pastores de diversas denominaciones —entre ellas la Iglesia Católica, Bautista, Metodista, Anglicana y la Red Evangélica de La Araucanía— fue enviado a los parlamentarios de la zona, manifestando su “decidido y firme respaldo” a la iniciativa, la cual calificaron como “una reparación de una deuda histórica ineludible”.

Este gesto tiene una enorme relevancia espiritual y social. En una región donde la convivencia intercultural ha estado marcada por heridas y desconfianzas, el mensaje de las iglesias nos recuerda que el respeto y la paz comienzan reconociendo la dignidad del otro”, afirmó la senadora Aravena.


Reconocimiento y reconciliación: la fe como puente social

El documento eclesiástico, inspirado en pasajes bíblicos que exaltan la igualdad y la unidad en Cristo, destaca que todos los seres humanos son creación de Dios y que “Cristo derribó los muros, tendiendo puentes entre pueblos y culturas”.
Los líderes religiosos expresaron su esperanza de que el Parlamento chileno avance en la aprobación del reconocimiento constitucional, contribuyendo así a una sociedad más fraterna, donde el respeto y la dignidad de los pueblos indígenas sea una realidad.

Aravena destacó que este respaldo cobra especial fuerza al provenir de un sector profundamente enraizado en la vida cotidiana de las comunidades de La Araucanía.
Las iglesias, con su presencia en cada rincón de la región, tienen una autoridad moral que invita a la reflexión y al encuentro. Este apoyo es una señal de esperanza: la fe puede ser un puente para la reconciliación, y no un muro que divida”, sostuvo la parlamentaria.


Unidad nacional y diversidad cultural: un camino compartido

La senadora, exintegrante de la Comisión para la Paz y el Entendimiento, subrayó que este reconocimiento debe entenderse bajo la convicción de que Chile es y seguirá siendo un solo Estado, donde conviven diversas culturas y tradiciones.
Reconocer no significa dividir. Por el contrario, se trata de valorar nuestra identidad plural dentro de un solo país, reafirmando la unidad nacional y la igualdad ante la ley. Cuando reconocemos nuestra diversidad, crecemos como nación y fortalecemos la paz social”, recalcó.

El llamado de los obispos y pastores concluye con una oración por la paz y un mensaje evangélico inspirado en el Evangelio de Mateo: “Bienaventurados los que procuran la paz”.
Según Aravena, estas palabras resumen el espíritu que debiera guiar el debate sobre el reconocimiento constitucional: “Construir un Chile donde la fe, la justicia y la unidad caminen de la mano”.

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