La última elección parlamentaria dejó 15 casos de “arrastre” en el país: 13 diputados y 2 senadores obtuvieron su escaño gracias al sistema D’Hondt, que permite que candidaturas con baja votación individual resulten electas al competir en listas con figuras de alto respaldo electoral.
Cómo opera el sistema D’Hondt y por qué genera “arrastre”
Un total de 13 diputados y dos senadores resultaron electos en los comicios de este domingo gracias al fenómeno conocido como “arrastre”, un efecto inherente al sistema D’Hondt, vigente en Chile desde 2017 y diseñado para entregar representación proporcional a las listas.
Esta fórmula matemática divide los votos totales de cada pacto o lista entre una serie de divisores, lo que permite asignar escaños sin depender exclusivamente del desempeño individual. En consecuencia, candidatos con votaciones bajas pueden obtener cupos si en su misma lista comparten espacio con figuras de alta popularidad, cuyas votaciones elevan el “coeficiente” general.
En la práctica, esto provoca que postulantes con porcentajes reducidos superen a otros con cifras mayores, generando un debate recurrente: ¿es justo que una lista fuerte permita el ingreso de nombres con menos apoyo? Lo cierto es que el sistema está diseñado precisamente para eso: asegurar proporcionalidad y fortalecer los bloques políticos por sobre las individualidades.
Las principales sorpresas del arrastre en la Cámara de Diputados
En varias regiones del país se dieron casos emblemáticos. En Antofagasta, la altísima votación de Sebastián Videla (23,31%) arrastró a Jaime Araya (4,27%) y a Marcela Hernando (3,74%), permitiendo su ingreso al Congreso pese a sus bajos porcentajes. En Coquimbo, Daniel Manouchehri (21,32%) permitió la elección de Bernardo Salinas (0,83%).
La Región Metropolitana concentró varios episodios: Gonzalo Winter (14,43%) impulsó a Lorena Fries (0,89%), mientras que Diego Schalper (13,35%) arrastró a Claudia Mora (3,72%). Pamela Jiles (15,1%) también aseguró la llegada de Zandra Parisi (2,42%). En otro caso llamativo, Gustavo Gatica (12,31%) permitió la elección de Marco Barraza (3,42%), incluso por encima de Rosa Oyarce, quien obtuvo un mayor porcentaje (3,77%) pero quedó fuera.
En regiones, se repitió el fenómeno: Raúl Soto (18,78%) arrastró a Jorge Zamorano (1,33%) en O’Higgins; Francesca Muñoz (9,15%) arrastró a Roberto Arroyo (1,35%) en Bío Bío; y Cristian Menchaca (13,45%) impulsó a Daniel Bustos (5,65%) en Maule.
El arrastre también definió cupos en el Senado
El fenómeno no solo afectó a la Cámara Baja. A nivel senatorial, el republicano Cristian Vial (19,51%) arrastró a Ignacio Urrutia (4,60%), superando incluso a Juan Antonio Coloma Álamos, quien obtuvo 6,78% pero no logró un escaño.
En Ñuble, el respaldo a Felipe Caamaño (11,69%) llevó al Congreso a Francisco Crisóstomo (4,75%), desplazando a Frank Sauerbaum (6,30%).
En La Araucanía, Stephan Schubert (9,50%) permitió la elección de Cristian Neira (3,27%), dejando fuera al PPD Jaime Quintana (4,30%). A nivel senatorial, Francisco Huenchumilla (8,59%) impulsó a Ricardo Celis (6,15%), frenando un escenario que habría favorecido ampliamente a la oposición.
Finalmente, en Los Ríos, Omar Sabat (10,25%) arrastró a Daniel Valenzuela (5,81%), superando incluso al independiente José Antonio Urrutia, quien con un 10,81% no logró acceder a la Cámara.

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