Gestión de vacaciones es clave para el éxito de las empresas en materia de productividad y ambiente laboral
El equilibrio entre el manejo del descanso de los trabajadores y el cumplimiento de las obligaciones asegura mejores condiciones para el desarrollo de los objetivos de las empresas.
Con la llegada del verano, empresas y trabajadores se preparan para un nuevo período de vacaciones. Después de un año marcado por vaivenes e incertidumbre económica, la correcta gestión del descanso del equipo de trabajo se vuelve una tarea fundamental, que requiere algunas consideraciones para realizarla con éxito.
Independientemente del tamaño de la empresa y la cantidad de personas que trabajan en ella, el período de vacaciones debe ser gestionado de manera eficiente para reducir el impacto de contar con menos trabajadores y permitir que ellos puedan acceder a un descanso reparador. Y esto cobra aún mayor relevancia cuando se trata de equipos acotados o que se han visto reducidos por desvinculaciones.
Soporte según la necesidad
Sin embargo, hay situaciones donde, pese a la planificación de las vacaciones, el volumen laboral es alto y supone algún grado de incertidumbre en el cumplimiento de las tareas. Ante esta realidad, una opción interesante es sumar profesionales temporales especializados que puedan ayudar, asumiendo parte de las responsabilidades.
“Las empresas deben realizar las acciones necesarias para garantizar que sus trabajadores se tomen sus vacaciones, asegurándose de que las tareas específicas que realiza una persona queden hechas o traspasadas correctamente para que alguien más pueda darles curso, de manera eficiente y sin alterar la productividad”, dijo el director asociado de Robert Half Chile, Caio Arnaes.
El ejecutivo recordó que, según los resultados de la última edición de la Guía Salarial de Robert Half, el 75% de los encuestados dijo estar preocupado o muy preocupado con relación a la capacidad de las empresas para retener a sus mejores talentos. Y, entre los principales factores de esa inquietud, figuran el aumento de la presión laboral o agotamiento y la falta de equilibrio entre la vida laboral y personal de los trabajadores. “La opción de contratar profesionales temporales se convierte en una alternativa para evitar la sobrecarga del equipo y se garantiza que el trabajo se realice de manera eficiente y sin sobresaltos”, destacó.
Planificación como factor clave
Más allá de una modalidad de trabajo presencial, híbrida o remota, la gestión de las vacaciones es un tema que se debe planificar. La recomendación de los especialistas pasa por identificar las actividades en curso y que están por venir, determinar un orden de prioridades para saber cuáles son las más urgentes, si hay fechas involucradas en el proceso y quienes son los responsables por cada una de ellas.
Luego, la idea es distribuir el trabajo de forma adecuada, buscando dejar concluidas las actividades que sea posible hacerlo y encargar las que estén en desarrollo, respetando un nivel de prioridad que permita a quienes las reciban seguir con su propio trabajo sin que las tareas adicionales supongan una sobrecarga a quienes saldrán de vacaciones después o a quienes retornar recién de sus propias vacaciones. La consigna es evitar la exposición a jornadas más largas o mayores niveles de estrés que puedan afectar la productividad, calidad del trabajo y bienestar personal de los trabajadores.
El objetivo fundamental es que las vacaciones sean un período que permita a los trabajadores descansar plenamente, estableciendo un equilibrio de su vida laboral y personal, lo que, a su vez, beneficia a las empresas al contar con un equipo más contento y motivado. “Eso fortalece la productividad y compromiso hacia la compañía. Y promueve mayores lazos entre ambas partes en términos de bienestar, retención y atracción de talento”, concluyó el ejecutivo.