“La tecnología HB4 es una especie de seguro agrícola contra estreses climáticos”

La sequía es un problema latente en todo el mundo, pero al otro lado de la cordillera surge una esperanza para combatirlo desde la agricultura.

Patricia Miranda es una  doctora en Química de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.

También trabaja en el área de investigación y desarrollo de la empresa Bioceres, donde además es gerente de Asuntos Regulatorios, lugar donde cumple un rol clave para la aprobación del trigo HB4.

Este trigo es tolerante a la sequía gracias a un gen de girasol llamado HaHB-4, que codifica la proteína HAHB4. Esta proteína activa un mecanismo de respuesta de las plantas al estrés por la falta de agua y ha demostrado ser transferible a otras plantas, como el trigo y la soja, aumentando significativamente su tolerancia a la sequía.

En su rol clave para la aprobación del trigo HB4, Patricia nos explica cómo esta tecnología ofrece una solución prometedora para enfrentar la sequía.

La Dra. Patricia visitará nuestro país para participar en tres seminarios sobre la biotecnología en el trigo. Estas presentaciones se llevarán a cabo en Temuco bajo el nombre de “Innovaciones en mejoramiento genético para aumentar calidad y competitividad”. Mientras que en Santiago se presentará en la Universidad Andrés Bello y en la Universidad Católica.

¿Cómo funciona el gen HaHB-4 en el trigo y la soja, y qué los hace tolerantes a la sequía y otros factores ambientales?

“Lo que tiene en particular es que es una proteína que es capaz de regular genes endógenos de la planta, no le estamos poniendo nada extraño, sino una proteína que está en todas las plantas, lo que hace en concreto es adormecer a la planta para que no se dé cuenta de que hay una escasez de agua, entonces una planta normal cuando recibe una señal de que hay poca agua lo que tiene que hacer es decidir entre sobrevivir y reproducirse, lo que hace el trigo y soja con hb4 es no censar esto de manera tan rápida. Entonces, cuando el agua vuelve, es capaz de retomar todos los mecanismos que le dejan mantener su producción y es por eso que en presencia de un evento de estrés, las plantas HB4 rinden más que las plantas que no lo tienen” Señaló patricia

¿Cuál es el potencial impacto de esta tecnología en la industria agrícola en comparación con otras tecnologías agrícolas actuales?

“La tecnología HB4 es una especie de seguro agrícola contra estreses climáticos, pero también están los otros beneficios, mejor el rendimiento de tu cultivo, a la vez te estabiliza la producción a lo largo de los años, porque te independiza de alguna manera del clima que hay en la zona”

¿De qué manera el trigo y la soja HB4 podrían beneficiar a los agricultores en términos de producción y resiliencia climática?

“En argentina hemos tenido varios episodios de sequía, y nosotros hicimos los cálculos de que en algunas zonas se ha perdido hasta un 30% de la potencialidad de rendimiento, ahí te das cuenta de que  para un productor que tuvo un bajo rendimiento o perdió la totalidad de su cultivo, al país a nivel de exportaciones y producción de alimento para consumo interno. La disponibilidad de una tecnología como esta le abre muchísimas puertas a los productores y al país en general”

¿En qué países ya está autorizada su producción y consumo?

“En el caso del trigo, la aprobación para cultivo la tienen cuatro países, Argentina, Brasil, Paraguay y Estados Unidos, pero si vos pensás en quienes lo pueden consumir, estas aprobaciones se extienden muchísimo más. En el caso del trigo, las aprobaciones para consumo se extienden a Colombia, Australia, Nueva Zelanda, Nigeria, Sudáfrica, Indonesia y Tailandia” asimismo afirmó que “en el caso de la soja, la cantidad de países, que la pueden cultivar es todavía mayor, son los países principalmente productores, Argentina, Brasil, Paraguay, Estados Unidos y Canadá y las que lo pueden consumir, tenemos que sumar a Sudáfrica, China, Indonesia, Tailandia, Australia y Nueva Zelanda”