Superintendencia de Educación acoge reclamos de violencia en Liceos en la Araucanía
Tras conocer los hechos de violencia escolar que se han producido en los liceos Camilo Henríquez, de Temuco, y Jorge Teillier Sandoval, de Lautaro, y que han sido difundidos en redes sociales, como Superintendencia de Educación decidimos actuar de oficio y presentamos las respectivas denuncias por estos casos, con el fin de investigar lo ocurrido y constatar si la actuación de los establecimientos se ajustó o no a la normativa educacional.
La primera denuncia de oficio la ingresamos el 23 de marzo, por lo ocurrido en el Liceo Jorge Teillier Sandoval, y la segunda el 28 de marzo, por la situación en el Liceo Camilo Henríquez.
En ambos casos las denuncias son por agresión física y golpes entre estudiantes de dichos establecimientos, como se advierte en los videos que se han viralizado recientemente.
Ambas denuncias pasaron a la etapa de fiscalización y ya se realizó una primera visita a cada recinto educativo, donde se recabaron mayores antecedentes que ayuden a determinar si efectivamente se activaron los protocolos y se realizaron las investigaciones correspondientes, entre otras acciones.
Los antecedentes recabados en las visitas de fiscalización están en proceso de análisis para determinar si existieron incumplimientos normativos por parte de los establecimientos educacionales. Si ello se confirma, la Superintendencia de Educación podría iniciar procesos administrativos sancionatorios, que pueden implicar sanciones de multas en UTM, dependiendo de la gravedad de las infracciones.
Ante casos de violencia escolar, los liceos, escuelas y colegios deben activar sus protocolos respectivos, los que deben estar contenidos en su Reglamento Interno. Estos protocolos deben cumplir con ciertos contenidos mínimos, que se indican en la Circular N°482 de la Superintendencia de Educación, como por ejemplo tener establecido el procedimiento que se aplicará cuando se reciban denuncias o se tome conocimiento de situaciones de este tipo, las medidas de resguardo y apoyo psicosocial y/o pedagógico a las y los involucrados, y el procedimiento para realizar las derivaciones a otros organismos o interponer una denuncia, en caso de que haya indicios de que el hecho constituya un delito.
También es importante que, dependiendo de la gravedad de los hechos, se contemplen medidas disciplinarias de carácter formativo a los responsables, que favorezcan la toma de conciencia, la reparación del daño causado y la buena convivencia.