Día Mundial del Juego: una oportunidad para reflexionar sobre su valor en la infancia
En el marco del Día Mundial del Juego, que se celebra este 28 de mayo, expertos y organizaciones hacen un llamado a revalorizar el juego infantil como una herramienta clave para el desarrollo integral de niños y niñas.
Florencia Álamos, neurocientífica y directora ejecutiva de Fundación Kiri, destaca que jugar no es solo un pasatiempo, sino una experiencia esencial para el aprendizaje y la salud mental infantil. «Jugar es una forma natural y poderosa que tienen los niños y niñas de aprender», afirma.
Juego y desarrollo cerebral: una conexión demostrada
Desde la neurociencia, se ha comprobado que el juego estimula múltiples áreas del cerebro. Álamos explica que cuando los niños juegan, activan redes neuronales que consolidan habilidades cognitivas y socioemocionales. Entre ellas destacan:
- Atención y planificación
- Lenguaje y memoria de trabajo
- Regulación emocional
- Empatía y habilidades sociales
“El juego fortalece la creatividad, mejora la resolución de problemas y permite el desarrollo de competencias clave para la vida adulta”, agrega.
Cinco beneficios del juego según Lego Foundation
Un informe de la Lego Foundation identifica cinco características fundamentales del juego:
- Proporciona alegría y motivación
- Genera experiencias significativas
- Estimula la actividad cerebral mediante la participación activa
- Promueve la perseverancia y el aprendizaje por iteración
- Favorece la interacción social y emocional
Este enfoque refuerza la idea de que jugar mejora la flexibilidad cognitiva, ayuda a regular el estrés y fortalece las habilidades de convivencia.
Pantallas y sobrecarga escolar: enemigos del juego libre
A pesar de sus beneficios, el tiempo de juego libre ha disminuido drásticamente. Según datos de UNICEF, los niños hoy pasan menos de la mitad del tiempo jugando al aire libre que las generaciones anteriores.
Este cambio se atribuye al exceso de pantallas y a jornadas escolares extensas, lo que limita espacios esenciales para la exploración, la creatividad y el vínculo con otros.
Juego como herramienta emocional y social
Florencia Álamos enfatiza que el juego no solo tiene un impacto neurológico, sino también emocional y social. A través del juego, los niños:
- Ensayan roles y normas sociales
- Aprenden a negociar y resolver conflictos
- Expresan emociones y enfrentan la frustración
- Desarrollan imaginación y sentido de propósito
“El cerebro infantil se desarrolla a partir de la experiencia, y el juego es experiencia pura: hay prueba, error, sorpresa, placer, desafío y mucha imaginación. Todo eso construye arquitectura cerebral”, señala.
Fundación Kiri: promoviendo el juego consciente en comunidades escolares
Desde Fundación Kiri, trabajan con escuelas para incorporar talleres deportivos, culturales y científicos que promueven habilidades socioemocionales. Estos espacios lúdicos fortalecen el bienestar infantil y fomentan comunidades escolares más sanas y colaborativas.
“Hay que crear una cultura que valore el juego y lo proteja. Esto implica repensar los tiempos escolares, generar espacios seguros para el juego libre, involucrar a los adultos y disminuir la dependencia digital”, concluye Álamos.
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